


Hice tres modelos en total, la estrella y el circulo decoradas con fondant y un body de bebe con la inicial de África decoradas con fondant y glasa real. Y éste fue el resultado de presentación: una bolsita transparente, con cierre de rafia natural y tarjetita recordatoria.

Tengo que confesar que no estaba segura del resultado, así que desde el principio tuve muy presente que estas galletas sería un detalle secundario, por lo que teníamos preparados el verdadero regalo-recordatorio para los invitados, un llavero de plata con el nombre y la fecha de mi niña grabados (África, no se qué hubiese sido de esto sin tu ayuda...).
Y ahora vamos con la receta, por si alguien se anima...
Para la galleta:
220 gr. de mantequilla (a temperatura ambiente
240 gr. de azúcar glass 1 huevo entero + 1 yema
2 cucharadas de esencia al gusto
una pizca de sal
375 gr. de harina de repostería
Preparación:
Mezclamos la mantequilla con el azúcar glass hasta que quede una crema totalmente homogénea y blancuzca. Yo lo hice con varillas, pero puedes utilizar un robot de cocina teniendo en cuenta que debe ser a baja potencia para no calentar aun más la mantequilla. Añadimos los huevos (si están previamente batidos la integración será mas fácil y siempre a temperatura ambiente para que no corte la mantequilla) y mezclamos hasta integrar totalmente. En este momento es cuando yo le añadí una cucharadita de esencia de limón, que le dio un gusto y un aroma increíble y una pizquita de sal que mejora y resalta el sabor de la galleta. Después, añadimos la harina tamizada poco a poco y ya tenemos la masa. La consistencia final es una masa muy blanda, que seguramente tengas que sacar con cuchara del bol, pero aunque es una galleta difícil de trabajar, no es una galleta imposible y el resultado es increíble: una galleta fina con un sabor exquisito.
Una vez tengamos la masa, la dejamos enfriar 4 horas como mínimo para que endurezca un poco y podamos trabajarla mejor. No olvides taparla con un film transparente o bolsa hermética para que no se seque.
Cuando esté totalmente fría, estiramos la masa sobre papel vegetal de cocina con ayuda de un rodillo y dos niveles, para que al estirar quede por todos lados niveladas (yo me ayudé con dos palitos de brochetas), cortamos con la forma deseada y metemos al horno precalentado a 180 grados durante unos 12-15 minutos. Cada horno es un mundo, así que yo, estuve atenta a partir del minuto 10 y las saqué cuando cogieron el color que me gustaba (aunque tengo que decir que en la segunda horneada dejé el mismo tiempo y salieron mas tostadas, supongo que porque el horno ya estaba muy caliente).
Una vez retiradas del horno, se dejan enfriar sobre una rejilla y pasada una hora y media o dos, ya podemos guardar en una lata con cierre hermético (para que no pierda su frescura) hasta que realicemos la decoración.