viernes, 1 de febrero de 2013

Galletas Oreo especial San Valentín

Hace algo más de un mes que no paso por aquí, para los que me seguís por facebook sabéis que ha sido por motivos de salud que, aunque ya está más o menos solucionado con el tratamiento, es algo nuevo en mi vida a lo que me voy a tener que acostumbrar quiera o no. Me encantaría poder decir que vengo con fuerzas renovadas, pero no es el caso, aún no estoy bien del todo y no puedo forzar la máquina al 100x100, pero si puedo decir que vengo con muchas ganas... sin fuerzas, pero con ganas... muchas, así que aquí estoy, con una receta de galletitas de esas tan cukis (o moñas) que nos gustan regalar para esta fecha.

Como mi cocina lleva parada prácticamente dos meses, desde que empezó esta andadura médica, y no puedo permitirme meterme a pleno rendimiento en la cocina porque tengo que ir poco a poco y pasito a pasito, he pensado en darle luz verde a recetas que tengo hechas, fotografiadas e incluso editadas, y que finalmente, por un motivo u otro, nunca se han publicado.

Es el caso de estas Galletas tipo Oreo especial para San Valentín. Mi vuelta será así, mucho me temo que hasta dentro de unos meses sólo podré tirar de archivo y mostraros todo lo que hago y que, normalemente por falta de tiempo, no os enseño. Pero estas galletas son ideales para regalar en el día de los enamorados, así que no he querido demorar mucho más mi tiempo en publicarlas y aquí las tenéis, por si a algún valentín o valentina le da por hacerlas.


Ingredientes:

Para la masa de galletas:
- 200 gr de harina reposteria
- 1/2cucharadita de bicarbonato
- una pizca de sal
- 70 gr. de mantequilla
- 100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 100 gr. de azúcar
- 1 huevo de la talla L
- colorante alimenticio rojo
- chocolate blanco y negro para la decoración.

Para el relleno:
- 60 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 190 gr. azúcar glass
- 50 gr. azúcar normal
- 1 cucharadita de azúcar avainillada (o extracto de vainilla)

Preparación:

Precalentamos el horno a 200º. En un bol mezclamos la harina, la sal y el bicarbonato. Reservamos. Mientras ponemos en otro bol los ingredientes húmedos, esto es, el huevo y la mantequilla a temperatura ambiente (o previamente derretida con un golpe rápido de calor en el micro) y el azúcar. Añadimos a continuación nuestro colorante alimenticio hasta conseguir el tono deseado. Ya podemos mezclar ambos ingredientes en un solo bol e incorporarlos con una espátula hasta que la mezcla pueda trabajarse sobre la mesa. Ya con todos los ingredientes integrados en la masa, formamos una bola.
Estiramos con el rodillo formando una plancha de 0,5 milímetros aproximadamente (que es más o menos lo que mide una tapa de galleta Oreo) y las cortamos con un cortador redondo de 4 cm aproximadamente y a hornear  durante 12 minutos a 180º.
 
 
Yo normalmente meto las galletas en el congelador para que a la hora de hornear no pierdan su forma, pero con esta receta probé un experimento que no necesita congelar previamente la masa -esto viene genial para las reposteras sin tiempo-. Es bastante fácil y seguro que alguna de vosotras ya lo utilizáis de manera innata. Descubrí que con las galletas simplemente algo frías del frigorífico (sin necesidad de esperar horas y horas a que se congelen), tan sólo poniendo papel vegetal en la placa del horno, en lugar de ponerlas sobre la bandeja directamente, no perdían forma. Mira si no la imagen de abajo, la galleta está cortada con el mismo cortador y el circulo trazado es del mismo tamaño ¿ves la diferencia?
Vale, es un truco bastante facilón que seguro ya conocéis o hacéis de forma innata. Incluso yo en casi todas mis horneadas de recetas utilizo el papel sulfurizado, pero antes lo utilizaba más bien para no manchar o para que se despegara facilmente la masa, ahora sé que otro motivo fundamental es que ayuda a mantener la forma.
 
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla, mientras preparamos la masa de relleno. Batimos la mantequilla con varillas eléctricas y vamos añadiendo el azúcar glass y el azucar normal hasta que quede una masa fina. Añadimos ahora la vainilla hasta integrarla. Con una manga pastelera ponemos una nuez de nuestro relleno sobre una base de galletas y con otra presionamos hasta que el relleno quede al borde de la galleta.
 
Para la decoración tan sólo utilicé unos moldes para bombones con chocolate negro y, una vez fríos, los decoré con chocolate blanco. Pegamos los corazones a las galletas con un poco de chocolate derretido. Otra opción que podéis hacer y queda buenísima, es cubrir por completo la galleta con chocolate blanco o con leche, como podéis ver al fondo de esta imagen.
 
 
Espero que os guste, realmente son unas galletas deliciosas que no puedes parar de comer!! ñam ñam!!